"El silencio cobarde del señor Feijóo es insultante"

Puedo decir que soy una firme buscadora y amante del silencio pero, desde hace un tiempo, he profundizado en sus matices y estos no me gustan tanto. He tenido la suerte de poder ver el conmovedor documental 'Bye bye Tiberias'; cuando acaba te quedan dos cosas muy claras: el pueblo palestino, antes de 1947, era y vivia igual que cualquiera de nosotros y, a partir de entonces hasta hoy, se les ha ido deshumanizando, convirtiendo una especie de "genocidio interior" por goteo en el drama de hoy gracias a 77 años de silencio cómplice de la gran mayoría.

Otra joya que me he encontrado en la web del Centro Dramático Nacional es un trabajo de teatralización sobre hechos verdaderamente horribles que acontecieron durante la Guerra Civil en las calles de la ciudad de Madrid y la visión del mismo lugar en el presente. Me llamó la atención un edificio que se llamaba la Gota de Leche, una institución benéfica donde se repartía cada día un poco de leche y suero a niños y niñas desnutridos.

Un día cualquiera, aquellas largas colas fueron bombardeadas y murieron más de 40 niños y otras tantas madres. Ahora, en ese mismo lugar (y en todos los demás) hay un colegio y ningún recuerdo ni mención a ese triste episodio. Este silencio que pretende el olvido me resulta aterrador y perjudicial para la condición humana.

Por último, ante las barbaridades que se están diciendo últimamente sobre inmigración en las filas de la ultraderecha y la derecha (se habla de deportaciones masivas, de hundir barcos humanitarios...), sobre el aborto (se inventan estudios científicos, se invita a las mujeres a irse a abortar a otra comunidad) y todos los hechos que acontecen en perjuicio de la ciudadanía en comunidades autónomas gobernadas por ellos (dana, incendios, sanidad...), el silencio cobarde del señor Feijóo es, cuanto menos, insultante.

Puedo concluir que, como en todo, tampoco con el silencio se puede generalizar: gusta, pero con matices.