"A los occidentales, los muertos de Gaza nos parecen lejanos"

Netanyahu consiguió ganar sus sextas elecciones el 1 de noviembre de 2022, prometiendo previamente, ante la cámara de representantes de EEUU, que los palestinos no tendrían nunca su propio Estado, y que paralizaría del proceso de negociación internacional con Irán, estaba anunciando. La operación militar comenzada el 7 de octubre de 2023 estaba al servicio de una opinión pública previamente construida.

Se impide el paso a la prensa internacional, y se elimina a los periodistas palestinos (más de 200 muertos), no hay relato de la resistencia, pero sí nos inundan las imágenes y los vídeos de la destrucción, Israel deja que la prueba de su fuerza bruta aparezca en los medios masivos, como intimidación añadida, para mover a la población civil palestina de una parte a otra del campo de batalla lastrando al enemigo.

Son imágenes más explícitas y abundantes que las ya vistas en Afganistán, en Irak, en Ucrania o en tantas otras guerras modernas, y mediáticas. Han anestesiado nuestra capacidad para rechazar el horror, han silenciado nuestras palabras, nos aterran paralizándonos. Pero sobre todo son terribles, para las víctimas potenciales, para los más débiles, porque muestran la victoria del agresor, que ha actuado con la impunidad que otorga una relación de fuerza totalmente asimétrica a su favor.

A nosotros, a los ciudadanos del civilizado Occidente, aquellos muertos nos parecen lejanos, es más conveniente comprender al vencedor.