"Netanyahu no puso todo su empeño en evitar la matanza por parte de Hamás"

Las autoridades israelíes conocían los planes de ataque de Hamás, al menos un año antes del asalto del grupo islamista, el 7 de octubre, según revela un informe publicado por 'The New York Times'.

El informe contempla la entrada masiva de militantes a pie, en motocicletas y mediante parapentes, aunque no establecía una fecha específica. Sin embargo, los responsables militares y políticos israelíes se mostraron escépticos sobre la realización de ese plan por parte del grupo palestino. También el presidente de la Comisión de Asuntos Exteriores de EEUU declaró que "sabemos que Egipto advirtió a los israelíes, tres días antes, de que podría producirse un acontecimiento como este".

Aparte de no considerar Israel esas advertencias, hubo numerosos errores de seguridad que permitieron el ataque. En el espacio de unas horas, el sábado 7 de octubre, 1.500 combatientes de Hamás entraron en Israel; rompieron uno de los sistemas de seguridad más sofisticados del mundo -compuesto por una barrera de seis metros de altura y 65 kilómetros de longitud, vigilada constantemente por un sistema de cámaras y radares. La incursión de Hamás provocó una masacre de 1.200 muertos.

Tanto las advertencias no tenidas en cuenta sobre los ataques, como los errores cometidos de seguridad, me llevan a pensar y sospechar que Netanyahu no puso todo su empeño en evitar esa matanza de israelíes, probablemente para justificar ante la comunidad internacional la ofensiva contra Gaza para eliminar Hamás, destruyendo Gaza, incumpliendo el derecho internacional humanitario al matar hasta el momento a más de 15.000 gazatíes, la mayoría civiles, entre los que se encuentran más de 4.000 niños. Son ataques calificables como crímenes de guerra.

Israel está aplicando el principio de que el fin justifica los medios. Nada más lejos de la verdad cuando se usan medios que destruyen hospitales, campos de refugiados, viviendas y, sobre todo, miles de vidas.