Cuando la falacia y la crispación se imponen en el debate parlamentario

Triste, muy triste es ver el cariz y el talante irracional, insensato que se está estableciendo últimamente en el debate parlamentario. La mentira, la falacia, la crispación se están imponiendo en todas las intervenciones, por desgracia de todos los partidos, pero especialmente por parte de la derecha, que solo persigue ganar mediante el crecimiento de la crispación lo que las urnas no le dan.

Y lo peor es que estas actitudes provocan el crecimiento de la ultraderecha. Pero lo que más me entristece es que para intentar ganar un debate, para intentar sostener la irracionalidad, un gesto se intenta vender como algo ultrajante para desprestigiar más al oponente y dejarlo más en ridículo.

Triste, muy triste ver que muchos de nuestros políticos están perdiendo el norte y sus maneras solo por ganar unos votos que se les volverán en contra. Mal para nuestra democracia