Transfuguismo: Ciudadanos, el 'partido Frankenstein'

El transfuguismo es la baza de algunos partidos políticos de cara a las próximas elecciones generales y las del 26-M para incorporar en sus filas a exmilitantes de otras formaciones. Ciudadanos se lleva la palma en esta cuestión, acogiendo 'retales' de otros partidos, bien por su ya escasa relevancia en los mismos o bien por discrepancias internas. Casos como el de Celestino Corbacho y el último de Soraya Rodríguez procedentes del PSOE, otros como José Ramón Bauzá y Silvia Clemente anteriores militantes del PP, o la ex de UPyD Pagazaurtundúa dan una muestra del partido Frankenstein que está configurando Ciudadanos. Solo le queda por fichar a algún despistado de Podemos y a un disidente de Vox para completar el tablero de parchís hexagonal.

Los tránsfugas se han puesto de moda más que nunca en esta precampaña. Quienes actúan como 'profesionales' de esta práctica y los partidos captadores hacen un flaco favor a la política pues pone de manifiesto el que todo vale con tal de dar un golpe de efecto e intentar captar al electorado, y a su vez evidencia la deslealtad de algunos políticos a sus partidos de origen con tal de ocupar un sillón relevante del que ya no disfrutaban.

Dicho todo lo cual, soy partidario que se elabore una ley que prohíba el transfuguismo al menos durante un mínimo de años desde que se produzca la baja en un partido, en concreto en aquellos casos en que se vaya a ocupar un cargo de responsabilidad. A ver si por una vez las formaciones con representación parlamentaria son capaces de ponerse de acuerdo al respecto por ética e higiene democrática.