Al mundo entero quiero dar un mensaje de amor

Todos somos responsables de los acontecimientos que rigen el mundo de hoy. Deseamos un mundo mejor, diferente, e incluso idílico, porque las noticias que nos llegan, las circunstancias en las que vivimos, el entorno social, nos desagrada.

No nos atrevemos a luchar contra el presente, nos conformamos, y nuestros diálogos y discusiones son un montón de teorías anónimas que no llevan a ninguna parte. Somos la suma de uno en uno hasta llegar a los 7.000 millones de habitantes que pueblan la tierra.

Que haya guerras continuas, hambre, corrupción, injusticias... en definitiva inmoralidad no es causa de un solo hombre o mujer o de unos gobiernos, estados o naciones. Cada uno suma, pero somos incapaces de sumar para el bien. No quiero ser derrotista pero sí alertar de un mal que nos afecta: la falta de esperanza.

Si cada uno cambia, aunque no lo veamos, el mundo cambiará. Pero empecemos por el uno, que es muy fácil acusar pero más difícil es enmendar. Y también me dirijo a los medios de comunicación, que sin dejar de emitir la verdad, pueden mostrar al mundo tantas situaciones positivas y alentadoras de personas que siguen velando por la armonía y reconciliación de los hombres.