"Gracias, Quique González, por regalarme tus canciones en medio de la enfermedad"

Mucho tiempo esperando el nuevo disco de Quique González. El viernes amaneció caluroso, como entonando los últimos destellos de un verano fugaz, y este 3 de octubre no pude más que sonreír melancólicamente, mirando 1973 o 1978, que fue mi año. Un disco que recorre, más allá de tus notas cargadas de dureza sentimental y desamor, una fuerza vital intensa.

Quizás sea hora de reflexionar sobre el tiempo, el pasado y el perdón, de dejar de pensar en uno mismo y tener capacidad de abrazar lo que fue. Porque hay historias que merecen ser recordadas, y aunque siempre que paso por la Asturiana de Zinc recuerdo esa canción como una puñalada en todo el pasado, este disco desemboca en el presente más prometedor que existe: el de la verdad de tus canciones, la intimidad sosegada y las ganas de concierto.

Nos vemos en Madrid en febrero. Gracias por regalarme tus canciones en medio de la enfermedad.