Carta abierta al profesor de mi hijo: "Sobre el 'procés', no puede contar su 'verdad' y punto"

No tengo el gusto de conocerte, aunque espero hacerlo pronto. Bien pensado, es posible que el 1-O coincidiéramos en el mismo instituto (donde yo acudí a votar) en el que ahora tú impartes clases. Sé que tú también lo hiciste pues se lo has contado en clase a mi hijo. Le has contado eso y todo lo que piensas de la injusticia que se está cometiendo en Catalunya a raíz de la sentencia. Y, según me cuenta mi hijo, lo has hecho de forma deslabazada, mezclando pasajes de la historia y de forma totalmente parcial.

No temas, no te acuso de adoctrinamiento, simplemente creo que eres un mal profesor. Que sepas que mi hijo, de 12 años, no ha entendido absolutamente nada de lo que has explicado. Lo de la política no lo tiene todavía muy claro. Quizá ayude a que en su instituto no le enseñen tampoco a votar. Hoy mismo, lo que son las cosas, ha visto cómo se ha elegido al delegado de su clase a dedo. "No hay tiempo para votaciones", le han dicho.

Mi hijo ha recibido una lección de lo que no es la democracia. Ah, sí, la lección de historia: el señor Jordi Turull, condenado a 12 años de cárcel, fue el encargado de representar al Govern de la Generalitat de Catalunya y al Parlament, como testigo, en la Audiencia Nacional, contra miembros del 15-M que participaron en el bloqueo al Parlament en junio del 2011. 

La Audiencia Nacional absolvió a los miembros del 15-M. Jordi Turull consideró la absolución de la Audiencia Nacional un despropósito y se mostró partidario al recurso. Se interpuso el recurso por parte del Govern contra la absolución de la Audiencia Nacional y finalmente llegó la sentencia condenatoria del Supremo (tres años de cárcel).

Un profesor tiene el derecho de tener su propia ideología y hasta puedo entender que, en caliente, se sienta interpelado por lo que considera un ataque a su país. Lo que considero muy peligroso es que un profesor crea que a sus alumnos, sobre los que tiene un ascendente mayúsculo, les pueda contar su verdad. ¿Eso es la política? ¿Tomar partido? ¿No hay análisis, reflexión?