Contingut d'usuari Aquest contingut ha estat redactat per un usuari d'El Periódico i revisat, abans de publicar-se, per la redacció d'El Periódico.

"Yo también quiero salir de la vitrina de una vida inculcada"

pablo-alboran

pablo-alboran

Fue Pablo Alborán, cuando al salir del armario me hizo pensar. En sus ojos aprecié que el valor de pronunciar por fin aquellas palabras le estaba llevando directamente a la felicidad ansiada. El cómo respetar su esencia tenía el poder de avivar su fuerza.

Entretots

Publica una carta del lector

Escriu un post per publicar a l'edició impresa i a la web

Pude contemplar cómo amainaba su tormenta. Desde el otro lado del móvil parecía tan sencillo, tan normal, tan… humano. Sin embargo, cuando ante ese sentimiento de salir es tu propia piel la que aprieta, no es tarea fácil de llevar a cabo.

Mi caso, y con total seguridad el de infinidad de personas, es el de vivir una vida inculcada. Te educan como mujer, antes se hacía, complaciente y de aspecto complacida. La guía que has de seguir toda tu vida ya está escrita, un culebrón de altibajos que te hace dudar en demasiadas ocasiones de ti misma.

Si por tu naturaleza los sentimientos te anidan demasiado adentro, ganándole la partida a esa injusta educación recibida, no podrás escapar jamás de esa jaula dorada, a mí me pasa. Y seguramente esta seguiría siendo mi existencia si aquella musa que inhalé en Florencia no se hubiera venido conmigo.

La duda de estar haciendo lo indebido duele, dedicar tu tiempo al arte o a la escritura cuando solo parece un hobby, te atrapa en un duelo a muerte. Y siempre terminas dejando tu obra o ese escrito que tanto te reconforta y bajas del cielo a poner orden. Y la vida sigue pasando, y deprisa… y la que crees es tu misión se aletarga, no tienes tiempo ni la mente ágil para cumplirla.

No sé por qué, qué motivo derivó su sincero mensaje, pero agitó a dos de mis almas, la complaciente y la misionera, enfrentándolas por primera vez, ninguna de ellas queriendo marcharse, y no he dejado de sentir angustia en el pecho hasta que he comprendido que cuando en la vida lo que te mueve es amor verdadero, no hace falta elegir, hay cabida para las tres.

'Solamente tú' puedes elegir en qué lado de esos muebles quedarte, valorar si ese amor de verdad también está por la otra parte, porque entonces no habrá puerta, ni llave.

Participacions delslectors

Mésdebats