La bisexualidad no es sinónimo de vicio y depravación

No es raro que al hablar de minorías que actualmente luchan día a día por sus derechos y por reconocimientos, se hable de la comunidad LGTB. Sin embargo, muchas veces, nos fijamos solo en las dos primeras letras la L y la G, relacionadas con la homosexualidad de lesbianas y gays, al hacer esto nos olvidamos de la T que hace referencia a los transexuales y dejamos para el final la B de la bisexualidad.

Estas últimas dos letras merecen también ser mencionadas, sobretodo bisexualidad, la orientación sexual que a menudo es puesta en tela de juicio tanto por la comunidad heterosexual como por la homosexual. Estos actos bifóbicos son a menudo fomentados por una mala representación de la bisexualidad en los medios y en la gran pantalla, que a menudo retratan a personajes bisexuales como infieles y pervertidos. La bisexualidad es una orientación sexual tan válida como las demás, y no merece ser manchada con calificativos como “libertino” o “adúltero” que son características del individuo y no de su sexualidad.