Refugiados: Un billete a ninguna parte para huir de la muerte

No te olvides de ellos. Siguen ahí. Aunque los medios de comunicación no te hablen de los refugiados, no hagas como que si fuera agua pasada.

Ponte en su lugar. Imagínate, gastar todos tus ahorros en la compra de un billete para huir de la guerra y la muerte. Cruzar el mar camino de Europa en una barcaza en condiciones precarias en busca de ayuda y apoyo. Perder a tus hijos o a tu madre o a tu marido o a toda tu familia por el camino, ya sea por hambre, frío, secuestro, asesinato o ahogamiento.

Y, por fin, llegar al otro lado y encontrarte con que Europa te da la espalda. No te quieren y te cierran las puertas. Solo recibes la ayuda de organizaciones no gubernamentales y de voluntarios. Te quedas encerrado en un campo de refugiados donde las horas pasan lentas, la soledad y la tristeza se te comen por dentro, el hambre te deja sin energías y los ataques de la policía te quitan la esperanza.

Piensa que ellos y ellas eran como tú: iban al trabajo cada día, hacían la compra del mes en el supermercado de su barrio, iban al cine, escuchaban música, salían a encontrarse con su amigos en el bar, celebraban los cumpleaños en familia, iban a la universidad... Pero ahora no tienen nada. ¿Qué harías si te arrebataran todo eso?

Necesitan nuestro apoyo. No nos podemos quedar de brazos cruzados ante esta atrocidad. No hay suficiente con ver los informativos y sentirte mal. Muévete. Sé humano.