"Solo un necio como Trump puede dinamitar el control de las universidades"

La universidad es un templo de cultura y de conocimiento llamada a ser preservada y potenciada. Un lugar de encuentro en la tolerancia, la pluralidad y la diversidad. Un faro de luz ante la paulatina oscuridad del empobrecimiento intelectual. Es la institución esencial de la sociedad del conocimiento, de la economía de la información.

En ella se alumbran la ciencia, el pensamiento, el arte, la tecnología. Se gestan y debaten las ideas, los valores en una sana confrontación dialéctica constructiva, pacífica y tolerante. Solo los tiranos y necios pueden dinamitar, torpedear el control y someter a las universidades.

Trump, en tiránica y autocrática iniciativa, tiene la osadía de atacar a Harvard, la prestigiosa universidad de EEUU, símbolo de la excelencia. Cuna de premios Nobel. Centro de élite por antonomasia. La grandeza de Harvard reside en la altísima calidad de su profesorado, en ser un referente educacional vanguardista donde se capta y canaliza el portentoso talento.

Acallar voces de protesta del campus universitario, empleando como medios coercitivos la retirada de la subvención económica y la prohibición de la admisión de alumnos extranjeros constituye, amén de una acción ilegal, arbitraria e injusta, cercenando la libertad de expresión y el ideario docente que respeta la pluralidad y diversidad ideológica.

La falta de sentido común y de respeto a la autonomía y excel encia universitaria encierran la actuación bochornosa de un auténtico cateto.