"Como médico jubilada, me decepciona ver que se olvida que un enfermo es un todo, no un órgano"

Como médico jubilada que soy, me gustaría llamar la atención a los médicos actuales y a los organizadores de la medicina actual. La primera lección que yo aprendí era que el paciente se tiene que considerar un todo: no es un brazo, una pierna o un pulmón... Voy a explicar el caso real de un conocido mío de 80 años. Se cayó en su casa con pérdida de conocimiento y diferentes golpes a causa de la caída. Lo llevaron a urgencias de traumatología del Hospital de Sant Pau.

Allí lo miraron, no había fracturas, hicieron analítica (debía ser por protocolo) y le dieron el alta, pues no había nada traumatológico. La familia pidió los resultados del análisis y observaron una anemia y glóbulos blancos muy altos, por una posible infección. Pero recibió el alta. A los dos días, el paciente reingresó por una posible infección: septicemia.

Hago un llamamiento a los médicos para que hagan más de médicos, y que los protocolos establecidos no sirven para todo el mundo. Cada paciente en único y tiene un respuesta ante la enfermedad, y el médico ha de ver, hablar y escuchar más al enfermo. Nadie va urgencias por placer y antes de dar un alta a alguien tienen que asegurarse (en este caso), porque se ha caído. Este paciente tiene una historia en dicho hospital y está siendo controlado allí por una enfermedad.

¿Todo esto no lo tienen en cuenta? ¿No existe la consulta entre diferentes servicios? Sigo diciendo que el enfermo en un todo. Cada vez estoy más decepcionada viendo en lo que se está convirtiendo la relación médico-enfermo, que tantas enfermedades ha curado.