"Mi deseo para esta Navidad es que sepamos discernir lo que nos conviene"

Como deseo de Navidad pediría que, ante tanta manipulación, mentira y desinformación, fuésemos capaces de discernir lo que nos conviene como sociedad: nos convienen gobernantes valientes que apuesten por la paz mundial, la justicia social, la concordia entre pueblos y no volver a la servidumbre de los señores feudales. Nos convienen gobernantes comprometidos con el pueblo, no con los poderes económicos, que defiendan nuestros servicios públicos, que amplíen nuestros derechos y reduzcan la brecha social.

Nos convienen gobiernos de tolerancia cero con la corrupción y el machismo, sean del signo que sean y caiga quien caiga. Nos conviene una justicia apolítica, justa e imparcial. Las injerencias de la justicia en política y viceversa lo único que producen es malestar y desconfianza en el ciudadano. Quizá al año nuevo, a punto de entrar, le pediría salir de este circulo vicioso: una izquierda noqueada, paralizada, lamiéndose las heridas ante tanta basura que está saliendo, en lugar de seguir avanzando y posicionarse al lado de sus votantes.

Una derecha que se está acostumbrando solo a remover el lodazal, a ver solo la porquería en casa ajena y con cero propuestas. ¿Qué regalo de Reyes nos traerá esto? Sencillo: una ultraderecha desbocada, que sin apenas abrir la boca (cuando hablan es cuando tienen un problema) ganan cada vez más votantes hartos, desencantados y desilusionados.

¡Feliz Navidad!