"La salud de nuestras mascotas no debería seguir siendo un lujo prohibitivo"

La regulación de la distribución, prescripción y dispensación de medicamentos veterinarios en España llegó con muy buenas intenciones en materia de sanidad y bienestar animal. En teoría, esta normativa iba a garantizar el uso responsable de los medicamentos y a combatir las resistencias microbianas, así lo recoge el BOE en el Real Decreto 666/2023. Sin embargo, en la práctica limita la autonomía de los veterinarios, complica los tratamientos y lo peor de todo, o lo que pasa siempre, permite que unos cuantos se estén llenando los bolsillos a costa de quienes tenemos mascotas enfermas.

Y lo digo con conocimiento de causa. Por ponerle un ejemplo, ¿sabía usted que antes de este Real Decreto un perro podía tomar prednisona (corticoide) a un precio en farmacias en torno a los tres euros y ahora ese medicamento está prohibido para uso veterinario? En sustitución, tenemos el Prednicortone, con la misma composición y a un 'módico' precio que supera los 25 euros.

Es inadmisible que una normativa supuestamente creada para proteger se convierta en la excusa para el lucro desmedido de las farmacéuticas veterinarias, a las cuales, por cierto, no se les exige ningún tipo de regulación de precios. Esta situación está provocando que muchos animales no puedan recibir la atención y cuidados que necesitan, pues no todo el mundo puede permitirse esos precios.

Eso sí, luego vemos por todas partes eso de “adopta”, pero ojo, que no se enferme porque ahí ya es problema tuyo. La salud de nuestros animales, de quienes son parte de nuestra familia, no debería seguir siendo un lujo prohibitivo. Le saluda atentamente quien cree que hay leyes que se redactan para el beneficio económico de unos pocos.