"Lo que el Rey ha dicho en su discurso de Navidad es lo que tocaba, y nada más"

El discurso del Rey de esta Navidad de 2025 ha estado, desde mi punto de vista, correcto, institucional y pasando de puntillas sobre los problemas reales de nuestro país. Pero no olvidemos que nada sería diferente a lo que se piensa que debería haber dicho, según los “progresistas” de salón. ¿Qué se supone que sería el discurso adecuado? Autoflagelarse por vivir en un palacio, cuando hay gente que no puede acceder a la vivienda por falta de medios; denunciar la precaria situación de la sanidad pública y criticar a la privada; optar por un color político en detrimento de otros; hacer un amago de loa a la República; por favor, damas y caballeros, ¿estamos cuerdos?

Lo que este señor ha dicho es lo que tocaba y nada más. ¿Qué espera la progresía si todos han aceptado las reglas del juego? Si se quiere un cambio de paradigma en la presidencia de un Estado hay que ser más proactivos y no moverse en la ambigüedad y la hipocresía. Caminamos con cambios de dirección permanentes. Los creadores de opinión, particularmente los medios, son oscilantes, oportunistas y, en algunos casos, presuntamente subvencionados por los gobiernos de turno.