Por qué la democracia necesita que se deje de engañar al pueblo

Por desgracia, determinados políticos y determinados partidos políticos, especialmente los partidos de la derecha y ultraderecha, consideran que todo vale y que, con argumentos falces, carentes de racionalidad e insensatos pueden convencer al pueblo e hipnotizarle. Y lo peor es que, con esos postulados, creen que engañan al pueblo, a sus reflexiones y a su libertad de pensar. Piensan que, en el fondo, somos un poco tontos y manejables. Y eso no es así.

Una gran parte del pueblo reflexiona, piensa, sabe lo que decide, no se deja manejar y distingue entre argumentos falaces e interesados y argumentos cargados de responsabilidad y racionalidad. Todo esto viene a cuenta porque, por desgracia, estamos viendo que, últimamente, determinados dirigentes políticos y partidos políticos abusan de la falsedad, de la falacia, del embuste y del 'trilerismo' político para manejar voluntades. Con eso, lo único que están propiciando es que el pueblo desconfíe cada vez más en la política y, con ello, en la democracia.

Porque, ¿no es engañar al pueblo indicar que en Venezuela existe una dictadura e incluso atacar con dureza lo que allí sucede, y a la vez, indicar que Arabia Saudí, un país donde una mujer recibe públicamente 70 latigazos como castigo por el hecho de haber sido violada por un grupo de hombres, es una democracia? 

¿No es engañar al pueblo cuando se tilla de golpe de estado al resultado de unas elecciones libres en Catalunya, y considerar como algo democrático que en Venezuela un dirigente político, sin pasar por las urnas, se autoproclame Presidente de un país en un mitin?

¿No es engañar al pueblo censurar y considerar como okupa el segundo partido más votado de España cuando, mediante una moción de censura legal y apoyado por fuerzas parlamentarias, ocupa la presidencia del gobierno y, sin embargo, considerar que, cuando el segundo partido en unas elecciones autonómicas ocupa la presidencia con la ayuda de un partido de la ultraderecha (eso si, parlamentario), es una acción de democracia y de cambio?

¿No es engañar al pueblo indicando la gran labor de dirigentes como Trump y Bolsonaro, cuando son políticos que están destrozando y atacando los derechos humanos continuamente?

Basta ya, el pueblo necesita que no se le engañe; necesita que se le tenga en cuenta; necesita que se le considere como es, un ser reflexivo, que tiene opinión y que merece un respeto. Dejen de engañar. La democracia lo necesita.