"No tengo esperanza de que la pederastia desaparezca de la Iglesia"

La pederastia clerical, propia de la Iglesia católica, ahora destapada en Pensilvania (EEUU), es un crimen abominable que no puede dejar indiferente a nadie. Conozco curas que dejaron los hábitos para casarse, ¿por qué no  hacen lo mismo los curas pederastas?

Se me ocurren estas respuestas. Porque la pederastia es un desorden sexual que esos curas encuentran placentero. Porque su labor pastoral les ofrece muchas oportunidades de acercare a los niños y niñas -catequesis, docencia, campamentos de verano- manejando a su antojo a los más vulnerables. Esas oportunidades no las tendrían si se secularizaran.

Porque gozan de la indecente e imperdonable complicidad de los obispos, que con su silencio no intervienen en denunciar a esos pederastas, permitiendo que continúen dañando a menores, dejándoles secuelas para toda la vida.

¿Cabe alguna esperanza de que este cáncer en metástasis desaparezca de la Iglesia? Creo rotundamente que no. No hay más que ver lo que duró la Inquisición, que se implantó en España en el siglo XV con los Reyes Católicos, y no se abolió hasta mediados del siglo XIX.