"El neofascismo asciende lentamente, pero parece imparable"

El ascenso del neofascismo es lento, pero por lo visto imparable. Todo apunta a que logrará hacerse con el Parlamento europeo, algo que, paradójicamente, supondría un peligro de muerte para la propia institución. Su mensaje va calando en todas las capas sociales, como si eso de ser fascista haya pasado de ser un comportamiento arcaico completamente incompatible con la democracia a ser la única vía de salvación ante lo que parece una deriva hacia la extinción de las diferentes identidades nacionalistas.

Pero a lo que se refieren no es al temor de la pérdida de identidad cultural, sino a la pérdida del privilegio que cada una de las sociedades que componen la Europa común que en sí misma ha logrado a lo largo de la historia y que ahora se ve comprometida con el mal logrado sistema de puertas abiertas.

Los flujos migratorios son la principal arma con la que los partidos ultra se abren paso hacia los puestos decisivos de la UE. Pero, ¿por qué su mensaje es tan efectivo? ¿No será que, en parte, su mensaje aúna el descontento de la sociedad europea ante la manera como se han abierto las puertas de sus fronteras?

¿Alguien me puede explicar qué tiene de bueno que los migrantes lleguen en una patera, después de travesías infernales, en lugar de en un vuelo comercial, habiendo cumplido con ciertos requisitos? ¿Acaso no deberían ser las embajadas europeas en los diferentes países con tendencia a migrar quienes se ocuparan de la selección de aquellos que necesitamos que lleguen para colaborar en nuestra sociedad avanzada?

Al no hacerse, al permitir que las mafias se ocupen, además de los regímenes dictatoriales que aprovechan para limpiar sus países de delincuencia, se genera un clima de inseguridad innecesario que alienta a revelarse de la forma que sea, incluso adoptando el fascismo como medio de protesta, como lo menos malo, ya que a uno no le daña.

¿Qué será después de las minorías y del bienestar social?