"Mi tío propuso serenos en Castelldefels y le dijeron que era cosa de viejos"

Mi tío, José Soto Bolívar, es una persona conocida, querida y respetada en el municipio de Castelldefels.

Fue propietario durante años de un conocido restaurante italiano en esa localidad. Actualmente está jubilado, pero eso no le impide estar muy implicado a nivel municipal en el pueblo. De hecho, es el presidente de todas las asociaciones de vecinos de la localidad, y se implica en todas las fiestas populares e iniciativas del pueblo con contacto constante con el ayuntamiento para participar y proponer todas las mejoras que se puedan hacer. 

Mi tío es de talante político conservador, eso lo saben todos. Hace poco, en una reunión del ayuntamiento entre la alcaldesa, concejales y agentes municipales debatieron fórmulas para fomentar la seguridad en el pueblo, sobre todo ahora ante la inseguridad de las mujeres a ir solas a según qué horas, temas vandálicos y demás. Mi tío, en un determinado momento, propuso, y de esto hace ya un tiempo, recuperar la figura del sereno. Todos le miraron con escepticismo y le dijeron que eso era cosa de viejos, atrasado y antiguo. Mi tío calló y quedó cabizbajo.

Ahora, en Santa Coloma de Gramenet, una alcaldesa, mujer, feminista, progresista y del PSC, lo ha implantado en su localidad, y aquí parece que a todo el mundo le ha parecido de fábula. 

Estamos en unos tiempos de auge del feminismo, en unos tiempos que la gente ve 'fachas' por todas partes (que creen firmemente que Franco ha resucitado y está entre nosotros) en unos tiempos de demagogia barata y populismo fascista (y sí, incluyo a Vox, pero también a ciertos nacionalismos unilaterales que van de demócratas...). 

Es curioso cómo nos pueden los prejuicios en estos tiempos. A mi tío, por ser mayor, de 74 años, y de talante conservador, le miraron de reojo ante su iniciativa sobre el sereno, mucho antes de que Nuria Parlón la haya implantado, ante el aplauso del respetable. Curioso, digo, habría sido saber qué habría pasado si un Albiol hubiera tomado esta medida en Badalona cuando fue alcalde. Habría sido interesante ver los comentarios de más de un periodista o político de izquierdas. 

Y así estamos, de prejuicio en prejuicio, en unos tiempos en los que se habla de la libertad de expresión y su defensa, pero en los que, según en qué temas, no puedes opinar y debes tener cuidado con lo que dices. Que se lo digan a Milena Busquets cuando habla de "las que se comen un bocadillo de jamón en su casa tranquilamente".