La muerte de un gato a manos de un desalmado: no es solo un gato, es mi compañero

Vivo en Santa María de los Llanos desde hace algo más de un año y es la primera vez que veo alterada la tranquilidad de este sencillo pueblo conquense. Se ha hecho viral en todas las redes sociales la noticia de la muerte de un gato a manos de un desalmado, que colgando su cuerpecito sin vida en una de las ventanas de la señora que alimenta a una colonia de estos animales, parece amenazarla con volver a hacerlo. Esta práctica de mostrar un cadáver después de su ajusticiamiento, ¿no pertenecía a la edad media, con asesinos o ladrones? Corramos un tupido velo.

Yo, como amante de los gatos, puedo decir que estoy muy indignada. Hablamos de seres indefensos e inocentes. Los animales en general lo son, ¿y qué estamos haciendo los humanos? exterminar razas: el rinoceronte negro de África occidental, ibex pirenaica, paloma migratoria, dodo, delfín de agua dulce... Llevamos conviviendo con ellos desde hace millones de años, pero no los estamos cuidando, al igual que el planeta.

Viendo atrocidades como esta, hay que preguntarse quién es en realidad el animal racional y quién el irracional. Es cierto que en estos pueblos pequeños no existe la práctica del bienestar animal, que piensen que solo se trata de un animal. Que se siga destinando más dinero público a una corrida de toros que por ejemplo a ampliar bibliotecas, promover la cultura, la salud, infraestructuras, etc. Pero vamos, en todos sitios cuecen habas..., no solamente en los pueblos.

Mi denuncia no va por ahí, no. He leído muchos comentarios en internet estos días sobre qué opina la gente y hasta nos han tildado (me incluyo porque vivo aquí) a los samaritanos de cromañones, que no vengan a este pueblo de maltratadores, que no se está haciendo nada al respecto, etc.

Por favor, no generalicemos. Me consta que mis convecinos están tan horrorizados como yo misma, que el ayuntamiento en su página oficial ha publicado una comunicación, manifestando su repulsa en contra del maltrato animal y condenando los hechos de la muerte y tortura del gato, esperando que el asunto, en manos de la Guardia Civil, se esclarezca, y caiga todo el peso de la ley sobre el culpable. La benemérita ha estado en la vivienda de la señora que alimenta a los gatos, lo sé porque yo misma los vi la otra noche.

Vamos a ser seres racionales, que para eso tenemos un cerebro para reflexionar, y un corazón con el que ser benevolentes con nuestros semejantes, con los animales, y con el medio ambiente.