Queja de una lectora: "Este año la Fábrica de Juguetes de los Reyes Magos ha sido una decepción"

El Ayuntamiento de Barcelona ha vuelto a organizar, un año más, la Fábrica de Juguetes de los Reyes Magos en el recinto de Fabra i Coats. Conseguir entradas para el evento ya fue toda una odisea (en mi caso hice casi dos horas de cola virtual) pero tras la visita, la sensación que te queda en el cuerpo es de total decepción, desilusión, fiasco… por no decir de estafa.

Es una actividad, en teoría, pensada para niños, pero quién la ha diseñado, en mi modesta opinión de madre y como niña que he sido, de 'peques' entiende más bien poco. La mayoría de actores no tienen ni ganas ni gracia, solo se salvan dos. El vestuario es inapropiado, triste y gris, ni un solo 'brilli-brilli', ni un turbante, parecen mecánicos con barretina en vez de ayudantes de los Reyes Magos. Por no hablar de los decorados prácticamente inexistentes y los pocos que hay son cutres, sin gracia. Y si es una fábrica de juguetes digo yo que debería verse algo del proceso de fabricación, como por ejemplo regalos envueltos y muchos juguetes, pero solo se ven cuatro contados.

Le falta alegría, color, música, coreografías, ganas, ilusión y volver a lo tradicional. Las innovaciones en estos temas no funcionan. Aprendamos de ciudades como L'Hospitalet o Badalona que nos han adelantado desde hace años por el carril de la izquierda en temas navideños. Una pena que Barcelona, mi ciudad, y en teoría una de las urbes más importantes del mundo no cuide una cosa tan importante como es la Navidad y que apueste por una versión 'low cost', cutre y rancia.