"El uso excesivo de filtros en las redes sociales puede generar baja autoestima"

Los filtros están disponibles para cualquier persona, pero pueden resultar perjudiciales para la salud mental porque distorsionan la realidad. Esta situación se debe visibilizar porque por el momento, en España no hay ningún tipo de regularización.

Los más vulnerables son los jóvenes porque son los que más tiempo permanecen en el entorno digital, consumiendo contenido y socializando a través de las pantallas. En ocasiones, el contenido que consumen no es real porque los 'influencers' comparten la mejor versión de ellos, donde posan y lucen prácticamente perfectos. Al utilizar estos filtros constantemente, inconscientemente generan expectativas irreales de su físico y de su estilo de vida perfecta.

Los usuarios siguen a sus referentes, con los que pueden sentir parentesco por los valores, el físico o el estilo de vida. Muchos seguidores utilizan estas cuentas como motivación e inspiración para conseguir ser como ellos, pero no se puede tratar de ser algo que no existe, porque no es real. Para conseguir verse como sus referentes, incluso pueden cambiar sus hábitos alimenticios para reducir peso y es entonces cuando ponen en riesgo su integridad física.

El uso excesivo de estos filtros puede llegar a generar baja autoestima porque se crean expectativas inalcanzables sobre la belleza y la perfección. Por este mismo motivo algunos países como Reino Unido, Noruega o Francia han regularizado de alguna manera esta situación. Cuando los 'influencers' hacen publicidad en redes sociales han de indicar si la imagen ha sido distorsionada, editada o hay algún filtro. Este indicador ha de ser visible para que los usuarios puedan diferenciar la realidad de lo irreal.