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Sant Pol de Mar: "La tala indiscriminada de árboles es un crimen contra nosotros mismos"

Este es el aspecto que ofrece a día de hoy la riera de Sant Pol de Mar tras la tala indiscriminada a la que se ha sometido a los árboles, después del tornado que ha provocado su desplome durante la tormenta del 23 de octubre. 

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Como ciudadana consciente y amante de la naturaleza, quiero expresar mi más profunda indignación por los hechos que, a mi modo de ver, suponen no solo un crimen hacia la naturaleza, -por razones obvias- sino que, además, se trata de un crimen contra nosotros mismos. Seguro que para 'otras cosas' sí que tienen presupuesto, pero claro, para recolocar estos árboles y permitirles seguir viviendo, no lo hay.

Señores, hasta que no nos demos cuenta de que nuestra vida depende de ciertas prioridades, tales como el respeto hacia la naturaleza y todos los seres vivos que la habitan, la humanidad continuará avanzando hacia el declive inevitable de su especie. Ya no se trata de cambio climático ni de modificación artificial del clima; se trata de una cuestión ética y moral. Si atentamos contra la madre naturaleza, atentamos contra nosotros mismos. 

Como decían los indios de Norteamérica: "Hasta que no sea derribado el último árbol, el hombre blanco no se dará cuenta de que el dinero no se puede comer". Además de que esta devastadora tormenta no es más que el reflejo de lo que está sucediendo entre nosotros. "Como es arriba, es abajo", decían los Herméticos. Y estos árboles merecían seguir conservando su vida, sin que la mano del hombre les arrebatara ese derecho natural. 

Se podían haber enderezado con una grúa, pero claro, eso hubiera sido demasiado caro. Demasiado caro es arremeter contra nuestra fuente de vida y de sustento. Porque cada vez que se tala un árbol se mata a todos los pájaros que habitan en él. Y a todos los insectos. Y se aniquila la vida. Y de ese modo nos aniquilamos también nosotros. 

Cada árbol talado también significa menos vida para nosotros. Y estos árboles no estaban poniendo en riesgo la vida de nadie con su caída.

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