"Desde el bar Altamira decimos adiós orgullosos de todos nuestros clientes"

Hay sitios o momentos en la vida de una persona que son de vital importancia. Para mí lo es el bar Altamira, sin él yo no estaría aquí, porque aquí en el bar se conocieron mis padres. Vicente pasó de ayudante a camarero, a encargado, socio y finalmente dueño.

Este viernes 30 de mayo el Altamira abrirá sus puertas por última vez. Ha sido un viaje maravilloso lleno de anécdotas y, sobretodo, amigos. Por aquí han pasado personalidades de todo tipo, actores, políticos, empresarios y gente corriente como nosotros.

Os decimos adiós con una gran sonrisa, orgullosos de haber llegado hasta aquí, manteniendo el bar clásico, el de toda la vida, donde cuando entras, sabes que esperar un bocadillo clásico, bien ejecutado, con tomate 'sucat de debò', servido rápido y con una sonrisa. "De estos bares ya no quedan" nos dicen, quizá sea cierto.

A Vicente y a mí solo nos queda daros las gracias por tanto durante tanto tiempo. Salud.