Tráfico: la (no) prioridad del acceso a Barcelona

Soy motorista, y entro y salgo de Barcelona por la B-23 lado Llobregat.

He observado, durante los primeros días del año, que ha disminuido notablemente la densidad del tráfico, tanto en las vías rápidas como en los accesos y el centro de la ciudad. Esto ocurre tanto en las horas punta como durante el resto del día. Tengo la sensación de que las primeras semanas del año hay menos circulación que el resto. Desconozco si los motivos son por cambios de hábito, por estrenar el nuevo año...

A falta de argumentos oficiales que lo expliquen, también parece contradictorio que el aumento del carril bici en detrimento de los carriles para los coches no influya en una peor gestión de la circulación. Es cierto que, en años anteriores, el efecto de la crisis económica era un factor importante para el descenso de la circulación. Este factor en 2019 es mucho menos acusado y descartable para el efecto observado.

Por otra parte, existe una falta de voluntad política para invertir en la construcción de dos macroaparcamientos con lanzadera de transporte público en los accesos a la ciudad, uno en el lado Besós y otro en el lado Llobregat, que captara usuarios para dicho transporte público. Una medida urgente y necesaria para toda ciudad sostenible medioambientalmente como esta parece que no es una prioridad para ningún gobierno municipal.