"Señor Iglesias, estamos todos muy confundidos y no entendemos que es lo que quería hacer con nuestra confianza"

Señor Iglesias, muchos amigos míos depositaron en usted su confianza. Yo la puse en el señor Sánchez y su partido.

Al concluir las elecciones el 28 de abril, nos felicitamos todos por haber obtenido un resultado que preveía un escenario progresista, cuanto menos a niveles de transición sosegada hacia un gobierno que prevalezca los valores humanos y el crecimiento paulatino hacia un país en donde todos nos sentamos dignos y representados.

Mi vecina le votó a usted, al igual que otros. Ella aludió, en su defensa, que tenía como proyecto, entre otros, el proteger a los ciudadanos de la creciente especulación sin escrúpulos que se está produciendo sobre la vivienda.

Un compañero de trabajo también defendió su confianza en usted advirtiendo que la sanidad pública se está privatizando y que, de no haber partidos como el suyo que ejerzan presión sobre los que hasta hoy lo han permitido, sería imposible involucionar tal atropello al ciudadano que paga impuestos y espera con ello ser correspondido, en la parte más primordial, su salud.

Aplaudí su gesto, el de mi vecina y mi compañero de trabajo, en ese sentido, y advertí que sería muy bueno para este país que Unidas Podemos pudiera ejercer presión en a un gobierno liderado por PSOE.

Así mismo, ellos, mi vecina y mi compañero de trabajo, entendieron que se haría después de ver el resultado electoral. Que usted negociaría esas carteras y brindaría la posibilidad, por fin, de obligar a un gobierno de España, por primera vez en la historia de su democracia, a defender a su pueblo en cuanto las primordiales necesidades, techo y salud.

A usted le han ofrecido la Vicepresidencia de Asuntos Sociales, liderada por Irene Montero, y tres ministerios: el Ministerio de Vivienda y Economía Social, el cual incluye la actual Secretaría General de Vivienda; el Ministerios de Sanidad, Asuntos Sociales y Consumo, el cual incluye la actual Secretaría General de Sanidad y Consumo, y el Ministerio de Igualdad, el cual incluye la actual Secretaría de Estado de Igualdad.

Estamos todos muy confundidos y no entendemos qué es realmente lo que quería hacer con la confianza depositada en usted, de mi vecina y compañero de trabajo y de la mía, que aunque votara en sentido progresista con mira cautelosa, no dejaba de contar con que usted apoyaría este gobierno, a quien ha secundado y apoyado este último año con grandísimo acierto. Si pudiera contestarnos, sería algo de agradecer.