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"Educar en valores, una urgencia silenciosa"

"Educar en valores, una urgencia silenciosa"

Manu Mitru

En un momento en que todo parece acelerarse, la educación vive una paradoja evidente: los jóvenes aprenden más rápido que nunca, pero crecen en un entorno que les exige inmediatez constante y les deja poco espacio para la reflexión, la paciencia y la convivencia. La velocidad con la que reciben información contrasta con la dificultad para gestionarla emocionalmente, y eso afecta directamente a su manera de relacionarse con el mundo.

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Como docentes comprobamos cada día que los valores no son un complemento del aprendizaje, sino su base. Un alumno que se siente escuchado aprende mejor. Un grupo que coopera se fortalece y se vuelve más resiliente. Una clase que resuelve conflictos con palabras, y no con impulsos, se convierte en una comunidad donde cada estudiante encuentra su lugar. Ese clima educativo, que a veces parece invisible, es en realidad el que permite que el conocimiento florezca.

Por eso preocupa que el debate sobre la escuela se centre a menudo solo en contenidos, resultados o tecnología, sin hablar de aquello que sostiene todo lo demás: el respeto, la empatía, la responsabilidad, la honestidad y la capacidad de convivir. Sin estos pilares, la educación corre el riesgo de convertirse en una carrera de resultados vacíos, desconectada de la vida real.

Educar en valores no significa volver a un pasado idealizado, sino avanzar sin olvidar lo esencial. Significa enseñar a los jóvenes a enfrentarse a la frustración, a discernir lo importante de lo superficial, a colaborar en lugar de competir constantemente, a entender que la libertad siempre va unida a la responsabilidad. La técnica sin ética nos deja vacíos; la inteligencia sin humanidad nos deja perdidos.

Por eso, hablar de valores hoy no es un gesto nostálgico, sino una necesidad urgente. Es lo único que puede garantizar un futuro educativo y social que merezca la pena para nuestros jóvenes, y también para la comunidad que estamos construyendo juntos.

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