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"Consumir televisión no está mal, pero hacerlo sin espíritu crítico puede ser peligroso"

La isla de las tentaciones

La isla de las tentaciones / TELECINCO

En un momento en el que los 'reality show' ocupan un papel central en el entretenimiento, el programa 'La Isla de las tentaciones' sigue siendo uno de los programas más comentados. Sin embargo, más allá del espectáculo, este formato se ha convertido en un ejemplo de representación de conductas que como sociedad no debemos normalizar, como los celos, la manipulación emocional, la falta de comunicación o la competitividad en las relaciones.

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Es muy preocupante como muchas veces estos comportamientos se presentan como una parte natural de una relación tanto de amor como de amistad, cuando en realidad, son conductas que pueden llegar a ser dañinas. A raíz de este programa y otros como 'Operación Triunfo', ha surgido un fenómeno que merece ser destacado: muchos psicólogos/as han empezado a analizar conductas de comportamiento exponiendo su opinión profesional en sus redes sociales, analizando detalladamente cada situación que aparece en la pantalla y explicando por qué ciertas actitudes no son sanas, qué señales de alarma deben identificarse, cuáles son los límites que toda relación debería tener, etc.

Gracias a este enfoque profesional y accesible, miles de jóvenes empiezan a entender conceptos como la dependencia emocional, la responsabilidad afectiva o los límites personales. Quizá este sea el lado positivo de un formato tan polémico que, sin proponérselo, ha impulsado a muchos jóvenes a reflexionar sobre cómo quieren relacionarse. Además, muchos profesionales de la psicología han encontrado en estas situaciones un modo de educar, prevenir y ofrecer herramientas emocionales que antes no llegaban de forma tan directa.

Consumir televisión no está mal, pero hacerlo sin espíritu crítico sí puede ser peligroso, especialmente para quienes están formando su visión del amor y de la amistad. Ojalá sigamos avanzando hacia una sociedad que no solo se entretiene sino que también aprende a mirar con perspectiva lo que consume.

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