"Hay que ser prudentes con determinados usos de la IA"

A menudo se habla de la inteligencia artificial como herramienta de progreso, pero poco de los peligros que conlleva, especialmente de aquellos que son tabú. El ciberacoso es una realidad que viven muchas mujeres, y ahora se añade una nueva forma de violencia, como es la generación de imágenes o videos pornográficos falsos utilizando caras de personas reales sin consentimiento.

Aunque parezca mentira, no es ciencia ficción. Hace unos meses se publicó la noticia de unos menores que manipulaban rostros de compañeras de instituto, creando lo que se denomina 'deepfakes' y las difundían en una página web. Este caso solo es un preludio que revela hasta qué punto la tecnología puede escaparse de nuestro control cuando se utiliza sin ética ni conciencia.

La inteligencia artificial avanza a pasos no siempre medibles, pero hay que ser prudentes y no olvidar que esta puede convertirse en una herramienta para distorsionar la realidad. En este contexto, es indispensable proteger la intimidad y establecer límites para evitar que estas prácticas se normalicen.