"Ojalá, la paz y la esperanza"

Han transcurrido dos años, dos horribles años, desde aquel aciago día en el que Hamás perpetró aquel execrable atentado de infausto recuerdo, llevándose por delante vidas y secuestrando a otras tantas, desencadenando una respuesta por parte del Gobierno de Israel que, en los dos años transcurridos, ha dejado prácticamente arrasada la franja de Gaza, con las cifra de muertos y desaparecidos que bien conocemos. No ha habido piedad con niños y mujeres. El hambre usada como cruel arma de guerra, sin cuartel ni esperanza, todos los sabemos y lo conocemos, Hay que ser muy miserable para obviarlo y mirar hacia otro lado.

Parece, solo parece, que se abre un poco de esperanza con un llamado plan de paz, pergeñado entre quien se cree el dueño del mundo y el jefe 'genocida' del Gobierno israelí (no lo digo yo, lo dice la corte internacional de la Haya). Resolvieron entre los dos, sin contar con los palestinos, pese a que sigue siendo su tierra y diseñándolo a su antojo, con futuro e hipotético gobierno tutelado por los EEUU, no tengo la menor duda. Pero queda la esperanza, ojalá esa esperanza para un pueblo agotado, al que no le queda nada (quizás su dignidad). Solo cabe esperar, para que llegue algo parecido a la paz, que la comunidad internacional despierte de su letargo y reaccione, ante tanta indignidad, a ese genocidio. ¡Ojalá la esperanza y la paz!