¿Por qué el hambre o la violencia de género no generan la misma histeria que el coronavirus?

Un virus que por cosa de Dios o del Karma, cae en la puerta de tu casa, 200 titulares alarmando del peligro de ese virus (foto morbosa incluida) y una buena dosis de miedo e histeria colectiva es lo que hace falta para destruir una economía en crecimiento.

Por biología, azar o defecto de fábrica no hay nada en el mundo que funcione mejor para dominar a las masas que el miedo. El miedo a morir, el miedo a las represalias, el miedo a tener miedo.

Y, júzguenme frívolo si quieren, pero la guerra comercial de EEUU frente a China no ha podido encontrar mejor aliado que el miedo. Y gracias a él, sin ningún tipo de escrúpulos, un conjunto de grandes empresas, prensa agitadora incluida, han conseguido ganar una batalla.

Un virus, que no es mucho más que una gripe, con la pertinaz campaña de histeria colectiva de "sálvese quien pueda", una bonita dosis de racismo ha funcionado, mejor que la Bomba H, para dejar tocado y hundido al poderoso gigante asiático.

Porque la histeria no la generan los muertos de la frontera de Grecia, ni los que mueren de cáncer por no tener sanidad pública en EEUU, ni los muertos de hambre, ni las maltratadas a manos de sus parejas. No, todos esos muertos no dan miedo, esos muertos no sirven para ganar una guerra comercial.

El miedo lo generan los que se levantan y cantan, los que protestan en Hong Kong o los que piden sanidad pública en EEUU. Las que abren las fronteras y las que luchan contra el patriarcado. Dan miedo a quienes azuzan el miedo al coronavirus.

Pero vosotros, españoles, no tengáis miedo, que las grandes compañías no van a quebrar. Mientras tanto sigamos haciendo acopio de comida y mascarillas que seguramente dentro de unos meses tiraremos porque ha caducado.

Aunque mi recomendación es que volváis al pueblo, a ver si al menos esta histeria, como el miedo a los bárbaros en la época visigoda, sirva para rellenar la España rural.