"Hacer turismo ha dejado de ser una experiencia personal para convertirse en algo 'instagrameable'"

Todo lo buscamos en redes. Lo viral triunfa, lo que no vemos o no compartimos se convierte automáticamente en FOMO (miedo a perdernos algo). Los destinos turísticos ya no son lugares que visitamos, sino escenarios para grabar. Da igual si estamos en Roma, Marrakech o en un pueblo del norte de España; todo tiene que ser 'instagrameable'.

Viajar debería ser una experiencia personal, enriquecedora, un momento para desconectar, aprender y disfrutar. Pero, como pasa con todo lo que se vuelve viral, el turismo también se ha banalizado. Muchos lugares que aparecen en las redes están llenos de gente, agotados por el turismo de masas, y lo que parecía un lugar especial y único termina siendo una decepción.

Quizá deberíamos plantearnos si realmente estamos viajando, ganando experiencias y enriqueciéndonos, o solo estamos consumiendo y desechando un producto más, como todo lo que hacemos en esta sociedad.