La Diada de la ruptura

Con la celebración de la Diada, las calles de Barcelona y de otras poblaciones de Catalunya se llenaron de 'esteladas' para reivindicar la independencia. Con motivo de la celebración, se produjo un gran despliegue informativo por parte de la televisión pública catalana (TV3) una televisión que pagamos entre todos y al servicio de unos pocos. 

Estamos en una situación en la que el diálogo ya no tiene cabida.  La sociedad catalana está fracturada: por lo visto, ahora si no eres independentista, aunque seas catalán, ya no tienes derecho a ser escuchado. Considerarte español en Catalunya es ser un traidor a tu región (o país, como les gusta llamarse).

Con la proclamación de la República catalana muchos nos veremos obligados a hacer las maletas. Los grupos independentistas ANC, CUP, ERC ya lo han dicho: quien no esté de acuerdo con el nuevo Estado catalán, ya sabe donde está la salida.

Y, mientras tanto, el Gobierno central permite este tipo de actitudes dentro de un Estado de derecho. Tengo la sensación de que estamos a las puertas de un conflicto como el de los Balcanes, donde todos vamos a salir perdiendo. La lástima es que esto se podría haber evitado con un Gobierno que, desde el primer momento, hubiera tomado las medidas oportunas para evitarlo.