Contingut d'usuari Aquest contingut ha estat redactat per un usuari d'El Periódico i revisat, abans de publicar-se, per la redacció d'El Periódico.

"La muerte de alguien perverso se celebra cuando muere, y basta"

"La muerte de alguien perverso se celebra cuando muere, y basta"

José Luis Roca

Nací en un pueblo situado entre tres provincias, que luego fueron dos comunidades autónomas, no tengo una patria chica guardiana de mis esencias a la que acudir en busca de certezas originarias. Mi padre y mi madre, huérfana de posguerra, me llevaron con ellos cuando emigraron del pueblo a la ciudad, huyendo del hambre que atenazaba a los jornaleros agrícolas de Madrid en los años 60.

Entretots

Publica una carta del lector

Escriu un post per publicar a l'edició impresa i a la web

Aprendí desde muy joven que los trabajadores solo podían mejorar su suerte organizándose en defensa de sus intereses de clase. He sido peleón, he militado sindicalmente, he hecho todas las huelgas a las que se me ha convocado, pero no mataría por mis ideas ni me dejaré matar por las de otros. Sin ser un descreído, no he tenido nunca necesidad de practicar latrías ni dulías. No he descubierto en mí ninguna facultad especial sobre la que trabajar para “resistir”, ascender a la cumbre y “pasar a la historia”, al estilo del presidente Sánchez.

Celebré, en su momento la muerte del dictador, votando, con 18 años recién cumplidos, la Constitución y en todas las elecciones y los referendos convocados desde entonces, organizar oficialmente ceremonias alrededor de su “plácida” muerte, aunque sea para volver a enterrarlo, me parece un tiranicidio de cartón piedra. Se celebra la vida, las ganas de seguir adelante, el esfuerzo continuo por mejorar nuestra suerte y la de nuestros semejantes, que no iguales.

La muerte de alguien perverso, capaz de matar desde la impunidad, por conveniencia y sistemáticamente se celebra en el instante en que se produce, por la gente que sufrió su represión y su oprobio, y durante un periodo de tiempo mínimo en que confirmamos el hecho, y comprobamos que no tiene sucesor, y ahí debe acabar la celebración, que no la memoria.

Participacions delslectors

Mésdebats