"Morir defendiendo democráticamente tus ideas es una injusticia aterradora"

Morir dando la cara en la Universidad de Utha, defendiendo democráticamente tus ideas es una injusticia aterradora. Charlie Kirk era un hombre al que, de golpe, un loco lo asesinó y deja dos hijos y una mujer viuda sumidos en una inesperada y triste soledad. Y es ahora, precisamente ahora, el momento ideal para hablar de ese tipo de sinrazones, o sea, de esas barbaries, de esas locuras. Del por qué ocurren y del cómo podríamos evitarlas.

Sin embargo, nuestras sociedades prefieren usar todo su tiempo y energías en subrayar la ideología del loco asesino que apretó el gatillo. Es decir, una gran mayoría de republicanos norteamericanos y otras derechas mundiales aprovechan la tragedia de los Kirk para denigrar al contrincante: los demócratas, o sea, las izquierdas.

De manera infantil, y como si se tratara de un partido entre los New York Giants y los New England Patriots, lo reducen todo a una confrontación: ¿cuál de esos dos partidos (republicanos y demócratas) tiene más asesinos locos en sus filas? Y aún no se han enterado de que en EEUU hay muchos millones de ciudadanos hartos de ambos bandos políticos.

Que a este tercer grupo le parezca peligrosísimo que, de los 50 estados del país que preside Donald Trump, en 31 de ellos no se requiera una licencia o siquiera un permiso para portar un arma, y que los republicanos, dirigidos hoy por Trump, les inspiren más miedo que los demócratas, no significa que sean 'woke'.