Morir de leucemia en plena epidemia

Morir solo después de haber recibido un diagnóstico duro apenas unas horas antes. Esto es lo que le sucedió a mi madre hace una semana: el 13 de abril a las 15.45 horas nos dejó debido a una leucemia muy agresiva diagnosticada esa misma mañana. Todo fue muy rápido, y lo peor fue no poder acompañarla en el hospital en los últimos momentos ni poder despedirla y enterrar como se merece debido a las limitaciones por el Covid-19. La situación es muy dura...

En nombre de toda mi familia quiero agradecer públicamente la atención recibida. Nos hemos sentido muy bien atendidos y acompañados por el personal de los hospitales de Vilafranca, Bellvitge e ICO. Durante los días posteriores a su muerte han ido surgiendo muchas preguntas y todo el equipo ha demostrado una gran profesionalidad respondiendo casi al instante, llamando y contestando correos electrónicos de manera exhaustiva.

Quiero hacer este pequeño y humilde reconocimiento a todo el personal sanitario que la atendió y especialmente a la enfermera Montse Magriñá,  a los doctores Víctor Fajardo y Carlos Bartolomé y a la doctora Clara Maluquer. Sabemos que, a parte de las pruebas y tratamientos, también le dieron el apoyo que ella necesitaba en ese momento y que no la dejaron sola. Tenemos el alma rota en mil pedazos por todo lo que ha pasado, pero nos consuela un poco saber que recibió el mejor trato posible y que hicieron todo lo que estaba en sus manos para tratar de salvarle la vida. Muchas gracias por todo, de corazón.