"Tenemos dos meses para implicarnos en una democracia con derechos humanos innegociables"

"Trata a los demás como te gustaría que te tratasen" es una frase muy utilizada para corregir ciertas conductas, sobre todo infantiles, pero esconde una trampa. La dejamos a merced del deseo de la persona que la escucha, a ese "gustaría" tan subjetivo. Hablando en un lenguaje más objetivista, la frase se debería cambiar por la siguiente: "Trata a los demás como tú te mereces". Y es que tú, que estas leyendo estas palabras, te mereces lo mejor por el simple hecho de existir. Como dijo el filósofo Kant, "cada persona es singular y única". Eres dignidad.

Que el ser humano es digno quiere decir que es sujeto de derechos y que se le tienen que reconocer y respetar a lo largo de su vida. Sea consciente o no. La dignidad humana es un valor clave en democracia que no se puede vaciar de contenido.

Desear lo mejor para ti es desear lo mejor para el ser humano. Aquí es donde cobra sentido el concepto de humanidad. Dos meses, tenemos dos meses para romper el silencio e implicarnos a favor de una democracia donde los derechos humanos sean innegociables. Es la dignidad humana la que nos debe situar como jueces. La frase que tanto escuchamos: "yo no soy nadie para juzgar" es simple cobardía, abandonarnos a merced de algunos partidos que fundamentan la dignidad humana en la raza, la riqueza y el poder.