La calle, el aula donde los ciudadanos aprendemos la España construida con mentiras

El aula del ciudadano es la calle, donde aprendemos la España que vivimos y sentimos.

Una España que nos hace sentir la manipulación de la verdad (nunca absoluta), que está siendo construida con mentiras creadas por intereses de unos y otros para estar cerca del poder. 

La importancia de los medios de comunicación es el arma que todos los políticos necesitan para gobernar, lo saben y la usan. Son conscientes de ser una referencia para los ciudadanos, y de ellos nosotros esperamos independencia, libertad para ofrecer la verdad, aunque no les guste, y honestidad a la hora de entender lo que ocurre en este país.

La realidad que vivimos los ciudadanos que nos aferramos a nuestros valores, tal vez primitivos y que sujetamos con amor, solidaridad y respeto. Al pasear por las calles (lo que no hacen nuestros políticos), se puede sentir y ver que los mortales reclamamos mucha más verdad. Pedimos, y por qué no decirlo, exigimos derechos básicos para que cualquier ser humano pueda vivir en paz. 

No queremos ver cómo se desahucia a nadie sin ofrecerle una vivienda digna como exige la Constitución española, a la que tanto acude el poder; no queremos ver cómo los jubilados que hicieron crecer esta España que ahora tenemos salen a gritar por no tener una vida justa. No queremos una España donde el machismo mata mujeres indiscriminadamente pero la ley no se modifica y trata esas muertes como casos aislados que solo generan audiencias del morbo. 

No queremos que existan diferencias por haber nacido aquí o allí y que las banderas sean armas de trapo con las que hacernos daño entre nosotros.

No queremos ser distintos entre seres humanos, todo lo contrario, como no queremos una justicia que no sea justa. No queremos una España donde los medios nos muestren un país irreal que se mantiene con la mentira de tertulianos educados para decir lo que hay que decir sabiendo que con ello se mantendrán cerca del poder que tanto parece excitarles.

La España actual no podrá soportar mucho tiempo más tanta hipocresía por aquellos pactos antinaturales que hacen que todos quieran estar cerca de un poder que se siente inmune y no cuenta con el significado del voto de los ciudadanos. 

No podemos olvidar que el ciudadano empieza a ser un alumno aventajado que pondrá cada vez más interés en ver que su voto es respetado. Las mentiras del poder deben tener fin.