Dolça Catalunya

Si quieres construir un relato con final feliz, ya sea una novela, una carta al director de un diario o el llamado procés, pero sabes que tu habilidad narrativa es limitada, no voy a pretender darte este consejo, porque tú ya lo sabías, pero por si acaso: desiste de publicar tu relato de una sola vez, como lo habías concebido originalmente.

Podría ser que tus lectores opinaran lo contrario que tú, que en realidad tiene un final infeliz. Mejor hazlo por entregas y ve observando sus reacciones tras cada una de ellas. Así podrás ir rectificando hasta llegar a la conclusión –y ahí está la clave- de que tu felicidad no depende de que un diario te publique una carta o que tu patria no llegue a ser nunca un estado independiente. ¡Libertad para los políticos presos! Claro que sí. Su único delito es que sobrevaloraron sus habilidades narrativas. Preguntarte por qué ya no eres tan dulce como cuando te conocí, Catalunya. Es el final feliz que no podría haber imaginado cuando empecé a escribir esta carta.