"Creí que la sociedad civil adoptaría una postura conciliadora el 17-A: ¡qué soñador!"

Hubo un día que creí que ante el terror únicamente podría haber colaboración policial entre todos los cuerpos. Ingenuamente confié en que la respuesta ante la barbarie seria unánime y sin fisuras por parte de todas las administraciones úblicas de cualquier nivel (estatal, autonómica, local).

Sin reparar en el error también creí que la sociedad civil adoptaría una postura conciliadora y cohesionada olvidándose de las diferencias en otros ámbitos. ¡Qué soñador! 

Ante el estupor y la indignación generalizada, comprobamos que si hubiera habido más colaboración policial se hubiera podido evitar, o como mínimo abrir líneas de investigación diferentes, tras la explosión del chalet de Alcanar. 

La clase política, como casi siempre, echándose las culpas unos a otros, olvidando que el centro de todo deberían ser las víctimas y sus secuelas. Y la sociedad civil debería saber desgajar lo principal (conmemoración de un triste atentado terrorista con víctimas mortales) de lo accesorio (las proclamas independentistas por un lado y la defensa de la Monarquía y la unidad de España por otro).

Ha habido demasiada rauxa y ha faltado mucho seny.