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"El precio de las obras del Camp Nou lo estamos pagando los vecinos"

"El precio de las obras del Camp Nou lo estamos pagando los vecinos"

Zowy Voeten / EPC

Ha llegado el momento de dar voz a los vecinos del entorno del Camp Nou. Durante meses, el debate público se ha centrado únicamente en los plazos de las obras y en la fecha que el Barça volverá a jugar en su estadio. Pero mientras tanto, se ignora por completo qué ocurre con quienes vivimos aquí cada día y sufrimos directamente las consecuencias.

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Vivimos en lo que debería ser un estado de bienestar, donde los ciudadanos tenemos obligaciones, pero también derechos fundamentales, entre ellos el derecho al descanso y a un entorno seguro y digno. Estos derechos, conquistados por generaciones anteriores, se están viendo anulados en nuestro barrio sin que nadie haga nada. En Barcelona nos hemos acostumbrado a que se sustituyan realidades incómodas por eslóganes vacíos, pero como bien dice el refrán: "El hábito no hace al monje".

Desde que comenzaron las obras, nuestra vida cotidiana ha cambiado para peor. El ruido, el polvo y la suciedad son constantes, y a ello se suma un problema creciente de convivencia. Cada día llegan al barrio centenares de trabajadores que, sin una gestión adecuada ni normas claras de comportamiento, han convertido las aceras en lugares de reunión improvisados. No es extraño ver consumo de alcohol a plena luz del día, gritos o actitudes poco respetuosas con el entorno. Situaciones que obligan a las familias a dar explicaciones a sus hijos pequeños a la salida del colegio sobre comportamientos que no deberían normalizarse.

La inseguridad se ha incrementado de forma alarmante: hurtos, peleas y agresiones verbales que ya han tenido que ser denunciadas a la Guardia Urbana. Un barrio que hasta hace poco era tranquilo y trabajador se ha transformado en un espacio marcado por el incivismo, el desorden y la sensación de abandono. Lo más grave no es solo lo que ocurre, sino la falta de respuesta. Ni el Barça ni el ayuntamiento han asumido hasta ahora la responsabilidad de garantizar el bienestar de los vecinos.

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