Carta de un lector: "Para frenar el cambio climático, la única alternativa es reducir el consumo"

Se ha conseguido la confluencia de intereses entre capitalistas y consumidores en el mercado, eclipsando la figura del trabajador asalariado sobre la que se sustenta el sistema económico imperante. La gran coartada, el bálsamo mágico que ha permitido que las cosas hayan sido así hasta ahora, fue el consumo. En esta parte del Planeta, todavía hay casi para todos, en una oferta extensa e intensa, con un único requisito previo: tener poder adquisitivo.

Pero aquí es donde radica la incapacidad funcional del mercado para vertebrar a la comunidad internacional en su conjunto: por definición hay clientes excluidos, dentro o fuera del sistema, que reciben la oferta, pero no podrán materializarla nunca por su nivel de renta. Somos incapaces de eliminar la pobreza de la faz de la tierra, y además el entorno natural no puede soportar el riesgo que significaría la extensión del consumismo occidental universalmente, pues los costes ambientales serían insoportables y nos afectarían a todos.

El cambio climático nos enfrenta de forma lacerante a estas insuficiencias del sistema económico capitalista en el que estamos tan cómodamente instalados, pero nadie con poder político suficiente se atreve a liderar la única alternativa racional posible: reducir el consumo; para que todos podamos acceder a ese bienestar mínimo que garantizaría la dignidad humana, sin poner en riesgo la sostenibilidad del Planeta como entramado vital en equilibrio precario.