"¿Cómo pretenden fomentar el tren como alternativa ecológica al vehículo con un servicio nefasto?"

El título de transporte ferroviario expedido por Rodalies Renfe consigna "recurrente" se antoja premonitorio. En efecto, las disfunciones en el servicio de ferrocarril son recurrentes. Los usuarios sufren, un día sí y otro también, las nefastas consecuencias de un deplorable servicio. Resulta vergonzoso e indignante aguardar estoicamente en el andén, sin ninguna clase de información a la llegada del tren.

No se cumplen los horarios. Y cuando finalmente llega, de ordinario lo hace con significado retraso y abarrotado de pasajeros enlatados, sin que sea accesible, siendo, cómo no, la modalidad de tren corto, en plena hora punta. Y, al llegar a la estación de destino, nos espera la puntilla para probar las residuales dosis de paciencia. A saber, las escaleras mecánicas en reparación desde hace semanas. No hay mantenimiento, y si lo hay es notoriamente deficiente.

Así, ¿cómo se pretende fomentar la alternativa ecológica al vehículo particular ante un servicio que se está prestando en pésimas condiciones, del que uno no puede fiarse? Los usuarios estamos hartos de esa endémica falta de respeto y consideración, de ese maltrato habitual.