"Cuando las sociedades se amen, se acabarán los amores difíciles, los que matan"

Hay amores difíciles que pueden ser una tortura, amores complicados. Pasolini confesó su adoración a Maria Callas: "Eres como una piedra preciosa que se rompe en pedazos y luego se reconstruye con un material más duradero que el de la vida, el de la poesía". No fue un amor completo pero sí intenso y profundo, una relación delicada e imposible.

En el vínculo entre Violeta Parra y Gilbert Favre (una historia de amor y locura), todos los idiomas fueron uno: la música. Comunicación que marcó sus sensibilidades por celos, choque de temperamentos y discusiones amargas.

Oriana Fallaci perdió la paz cuando conoció al político y poeta griego Alexandros Panagoulis. Ella, periodista influyente dijo: "Te prometo desviar el viento en tu dirección" y no dejó de escribir para él páginas crudas y maravillosas.

Nunca cruzar la calle para comprar un Ducados había sido tan decisivo para una historia de amor, comentó el humorista Eugenio, quien anuló su boda para casarse con Conchita Alcaide. Él nunca superó su muerte, no supo afrontarlo, triste y frágil, murió de pena.

La unión de Antonio Machado con Leonor Izquierdo fue lo más feliz en su vida. A su muerte, el poeta cayó en una profunda depresión de la que tardo siete años en recuperarse. Salvador Puig Antic, el último ejecutado a garrote vil en el Estado español dejó destrozada a su compañera, Margalida Bover. Querían tener hijos, pero se fue todo a la mierda.

Luigi Tenco se suicidó el mismo día que fue descalificado en el festival de música de San Remo. Su canción contra la guerra 'Li vidi tornare' fue censurada. En su despedida declaró sentirse muy desilusionado por un público manipulado.

Israel castiga las objeciones de conciencia con prisión, acusados de traición, su única elección es acabar con los enemigos. Amores que matan, como la violencia vicaria. Cambiarán las cosas. Será cuando las sociedades se amen, aunque para eso, aún estamos muy lejos.