¿Sentirse intimidada es obligación?

¿Cuántas veces hemos sentido en espacios públicos que alguien nos mira fijamente, nos intimida y nos hace sentir incómodos?

Ayer tuve que bajar del metro en una estación que no era la mía porque dos hombres en mi vagón llevaban diez minutos con los ojos fijados en mí y comentando algo entre ellos de manera escandalosa que yo no lograba entender porque hablaban en otro idioma.

Me sentí intimidada y, de alguna manera, amenazada y obligada a velar por mi seguridad. Me bajé del vagón y cogí el siguiente metro. ¿Qué necesidad tenemos de sentir miedo en espacios públicos? ¿Qué necesidad tengo de cambiar de metro porque alguien me hace sentir incómoda?

Ojalá algún día podamos subir al vagón y reine el respeto y la empatía, porque muchas veces poco aplicamos esa frase que dice "tu libertad termina donde empieza la mía".