Por qué no logro disfrutar de la Navidad como antes

Como cada año al acercarnos al invierno y con la entrada en el mes de  diciembre, empiezan a llenarse los escaparates y las calles de esos elementos que los recuerdan que ha pasado otro año. Que es momento de celebrar la Navidad.

Recuerdo que cuando era un niño disfrutaba mucho de la Navidad, por la ilusión que generaba recibir regalos, pero con los años ha ido desapareciendo. Lo mismo me pasa con fin de año, entre los 18 y 28  años me parecía una noche genial para salir por ahí a darlo todo con los amigos.

Hoy en día y desde hace ya unos cuantos años, las fiestas son bastante tediosas para mí. Entiendo que haya gente que siga viviéndolo con la misma alegría e intensidad que cuando era más joven. Tal vez es que haya cambiado mi perspectiva de lo que provoca en la sociedad y hasta en las familias un momento como este.

A pesar de que tengo una hija y que ella si disfruta mucho de ver las calles iluminadas y de la música que inunda nuestros oídos con los clásicos navideños, no logro disfrutar como antes de este momento festivo.

Esto me ha llevado a reflexionar por qué no me gustan, y es porque son unas fiestas consumistas relacionadas directamente con una fiesta religiosa que no comparto. Aunque, por otro lado, me gusta que se genera una excusa para hacer regalos a nuestros seres queridos y ver a la familia.

¡Feliz excusa para todos!