"Preferiría que en los pleitos la IA relevara al procurador"

El día que tengas un pleito, cuídate de escoger tú a tu procurador ante los tribunales, no lo delegues a tus abogados o supervisa bien a quién contratan que te represente. Es una de las profesiones más extrañas que existen. Lo descubrimos el día que tenemos que ir a juicio. Su cometido parece aportar poco o nada de valor al proceso; sencillamente, se encarga de que nada falle a nivel documental y procesal, la estrategia la marcan los abogados.

Te vas a enterar de la importancia que tienen el día que un procurador te falle, como en algo tan trivial como que no presente a tiempo el poder que le otorgas para que te represente. Entonces te van a caer palos uno detrás de otro: vas a perder el litigio o la apelación, que se va a declarar nula, y tener que pagar las costas judiciales por haber perdido y lo más probable es que para entonces ya hayas pagado a tu abogado un anticipo del 50%.

Te vas a encontrar con dos opciones: ir a litigio -pagando tú todos los gastos- contra el procurador por negligencia profesional y responsabilidad civil y que al final solo te devuelvan las costas; o bien aceptar la mísera indemnización que la compañía de seguros del procurador te va a ofrecer, como mucho cubrir las costas a cambio de no ir a juicio.

Y ni se te ocurra ir al Colegio de Procuradores de Barcelona o Catalunya para exigir que te apoyen en el daño que te ha infligido ese procurador. Te van a contestar que mediar y llegar a un acuerdo razonable no entra entre sus competencias; que si quieres, presentes una demanda contra el procurador. Un esperpento todo. Y el procurador se va a ir de rositas.

Este es el sistema judicial que tenemos y sufragamos y los colegios oficiales de procuradores que tenemos y que en parte subvencionamos. Estará de acuerdo, estimado lector, que los procuradores de tribunales es una de esas profesiones que estaríamos más tranquilos y seguros como ciudadanos si fuera reemplazada por la IA, que difícilmente fallaría en este tipo de tareas.