Perros y dueños

Me dirijo a Ester López, de Ecología urbana del Ayuntamiento de Barcelona, que firma la Réplica municipal a la carta 'Los perros peligrosos...'. Permítame unas preguntas: Señora López, yo, ciudadano que pago mis impuestos como, supongo, algunos dueños de perros, ¿puedo también, libremente, como tantos canes, cagar y mear en las aceras, césped (que se abrasa con las deposiciones), ruedas de automóviles, farolas y otro mobiliario urbano que se pudre al poco tiempo, así como todos los bajantes de los edificios? ¿Por qué no se toman muestras de ADN para identificar al perro y, por lo tanto, a su dueño? ¿Qué es más costoso?

Déjense ya de hablar tanto de mascotas y háganlo de perros. ¿Por qué no tienen la fuerza legal para erradicar este incivismo tan dañino? Y aun existiendo dueños cívicos ¿me quiere usted decir, señora López, cómo recogen los orines? Y cuando el chucho vaya 'ligero' de la tripa, su dueño ¿llevará una cuchara para recogerlo? ¿Dónde están los esfuerzos que dicen hacer desde el Ayuntamiento para minimizar y erradicar esta falta de conciencia? Banco de ADN ya y saldremos todos ganando por costoso que sea, y ustedes algún voto más, se lo aseguro. ¡Estos animales van injustamente por delante de las personas!

Que encierren a los animales está muy mal, sí, pero defecan en los espacios adecuados de los zoos; los toros, en las dehesas; los peces, en sus acuarios; los loros, en sus jaulas, y los perros que lo hagan en el retrete de su dueño, a ver qué tal.