"Otoño: un periodo de hibernación social para llegar fuertes a Navidad"

Después de un verano frenético y caluroso, de un lado a otro, con mil planes, sin saber ni qué día era, haciendo y deshaciendo maletas, no me puede apetecer más un otoño bien aburrido. Los domingos leyendo en el sofá, en pijama, las cenas de leche con cereales y las pelis nocturnas en la chimenea son todos los planes que quiero para los fines de semana.

A mucha gente le parecerá indiferente el otoño, incluso triste. Es verdad que es una estación un tanto extraña: volvemos a la rutina, cada vez oscurece más temprano, el frío empieza a aterrizar, el bosque se seca y vuelven las alergias. No obstante, es una estación bien aburrida que no puedo disfrutar más. Una época con mañanas soleadas y tardes de lectura.

Para los que nos gusta la montaña, toda una maravilla poder ir a recoger setas y para los que son más de playa, una oportunidad para ir a visitar el mar sin estar hacinado. De hecho, lo veo como un periodo de hibernación social para llegar a Navidad más fuertes que nunca. En definitiva, no puedo esperar a aburrirme como una ostra este otoño.